Los ríos de España son:
el Guadiana
el Tajo
el Duero
el Ebro
y el Guadalquivir
Los poetas hablaban de España y se vinculaban a la tierra.
Pero tú
que conoces mis valles y mis llanuras
que conoces mis altas cordilleras
que has bebido de mis afluentes
¿acaso tú conoces los ríos de España?
Yo soy la Tierra.
Mis muslos tiemblan cuando los agarras
y se hunde la carne.
jueves, 20 de abril de 2006
domingo, 12 de marzo de 2006
7 de septiembre
Me perfilas
áspero
y firme
por límites disonantes
yuxtapuestos
con manos de pintor,
manos de carpintero.
Intentas aprehenderme
como sujetas las cosas del mundo,
por eso agarras mis nalgas
me encierras entre tus brazos
golpea con fuerza mis carnes blancas
tu cuerpo de pintor,
cuerpo de carpintero.
Ávido y caliente
respiras en mi nuca.
quieres que sea infinita
si no me dibujas,
si no me construyes.
Ávidas,
calientes,
ásperas
tus manos de pintor,
manos de carpintero
que sólo pueden perfilarme
por límites disonantes
yuxtapuestos.
áspero
y firme
por límites disonantes
yuxtapuestos
con manos de pintor,
manos de carpintero.
Intentas aprehenderme
como sujetas las cosas del mundo,
por eso agarras mis nalgas
me encierras entre tus brazos
golpea con fuerza mis carnes blancas
tu cuerpo de pintor,
cuerpo de carpintero.
Ávido y caliente
respiras en mi nuca.
quieres que sea infinita
si no me dibujas,
si no me construyes.
Ávidas,
calientes,
ásperas
tus manos de pintor,
manos de carpintero
que sólo pueden perfilarme
por límites disonantes
yuxtapuestos.
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Poemario de la Entrega
miércoles, 1 de marzo de 2006
8 de octubre
Tuve amigas de adolescencia
con ese extraño pesar en los ojos
de conocer la vida demasiado;
de aventurar una razón inconclusa;
de conocer el sexo diario y
prematuro.
"Tengo novio!", decían
y perforaban sus pezones.
Una mano masculina
caliente y masculina
que día a día
acariciaba sus carnes blancas,
amasaba sus nalgas,
les robaba la inocencia.
con ese extraño pesar en los ojos
de conocer la vida demasiado;
de aventurar una razón inconclusa;
de conocer el sexo diario y
prematuro.
"Tengo novio!", decían
y perforaban sus pezones.
Una mano masculina
caliente y masculina
que día a día
acariciaba sus carnes blancas,
amasaba sus nalgas,
les robaba la inocencia.
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Poemario de la Entrega
sábado, 25 de febrero de 2006
22 de agosto
Me gustan mis pechos
cuando caen,
indolentes,
sobre mi estómago.
Parece que tuvieran dentro
una extraña conciencia
de futuro;
el peso de una
madurez
y vejez
que sólo ellos conocen
y los impulsa en una carrera febril
hasta el ombligo.
cuando caen,
indolentes,
sobre mi estómago.
Parece que tuvieran dentro
una extraña conciencia
de futuro;
el peso de una
madurez
y vejez
que sólo ellos conocen
y los impulsa en una carrera febril
hasta el ombligo.
miércoles, 1 de febrero de 2006
Acto Segundo: Oda
Son las piernas entrelazadas;
el tacto, poro a poro
con tu piel.
El vello recorriendo imperfecciones
-caricias de pincelada gruesa
(redibujamos el Impresión, soleil levant
tú y yo,
con nuestros cuerpos)
Las piernas
un racimo de ramas verdes
en contacto ansioso.
Anudados,
intentamos aferrar
las tensiones del aire.
Son tu prisión mis piernas;
las tuyas mi consuelo.
Carne sobre carne sobre carne sobre carne
se mueven, llama.
Ondean anémonas de mar.
Recorren tus piernas mis piernas
y pienso en las lecciones de Ciencias
del colegio:
Fémur tibia peroné tarso metatarso falanges.
Excreto abstracciones
por mi cuerpo – por mis piernas;
del contacto nace la comunicación pura.
Piel contra piel, con rabia.
Me recibes sin filtro.
Mi cuerpo encajando en tus concavidades;
cada gesto una unidad de lenguaje.
Somos tan frágiles.
Date cuenta: ¡somos tan frágiles!
Sólo encontrarnos a través de otro nos salva del ahogo.
Y es que son las piernas entrelazadas:
somos un animal cuatrípedo.
el tacto, poro a poro
con tu piel.
El vello recorriendo imperfecciones
-caricias de pincelada gruesa
(redibujamos el Impresión, soleil levant
tú y yo,
con nuestros cuerpos)
Las piernas
un racimo de ramas verdes
en contacto ansioso.
Anudados,
intentamos aferrar
las tensiones del aire.
Son tu prisión mis piernas;
las tuyas mi consuelo.
Carne sobre carne sobre carne sobre carne
se mueven, llama.
Ondean anémonas de mar.
Recorren tus piernas mis piernas
y pienso en las lecciones de Ciencias
del colegio:
Fémur tibia peroné tarso metatarso falanges.
Excreto abstracciones
por mi cuerpo – por mis piernas;
del contacto nace la comunicación pura.
Piel contra piel, con rabia.
Me recibes sin filtro.
Mi cuerpo encajando en tus concavidades;
cada gesto una unidad de lenguaje.
Somos tan frágiles.
Date cuenta: ¡somos tan frágiles!
Sólo encontrarnos a través de otro nos salva del ahogo.
Y es que son las piernas entrelazadas:
somos un animal cuatrípedo.
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